Carlos “Petete” Almirón fue un joven de esa generación que creyó que el camino a seguir para revertir la situación de miseria era crear una alternativa de lxs de abajo. “Petete” era de Lanús, realizaba trabajo territorial en el barrio de Monte Chingolo, militaba en el Movimiento de Desocupados 29 de Mayo y en CORREPI. Sus compañerxs de militancia lo recuerdan como una persona muy solidaria y comprometida, como un luchador incansable. El 20 de diciembre de 2001, Carlos salió a la calle con sus compañerxs, eufórico ante la reacción masiva de un pueblo que al fin alzaba su voz para reclamar lo que le correspondía por derecho. Movido por sus convicciones, llegó a la plaza, donde estuvo en la primera línea poniéndole el pecho a la agresión del aparato represivo del estado. Un compañero de militancia recuerda que la última vez que lo vio lo abrazó en la plaza y que, sonriendo, se dijeron: “Nos vemos después de tomar el poder”.
Lastimosamente, Carlos y otros 38 compañerxs, no supieron cuál fue el desenlace de esas masivas jornadas de lucha, ya que fueron víctimas de la brutal represión perpetrada por las fuerzas policiales del gobierno de Fernando De La Rúa. Mientras encabezaba una columna de manifestantes que intentaban regresar a Plaza de Mayo, el compañero fue baleado por la Fuerza 2 del Cuerpo de Operaciones Federales, a cargo del subcomisario Ernesto Sergio Weber (hijo de Ernesto Frimon Weber, miembro de la PFA, represor en la ESMA y asesino de Rodolfo Walsh). Este no solo permanece impune, al igual que el ex-mandatario, sino que además Weber fue ascendido a comisario y De La Rúa fue sobreseído por el Juez Federal Carlos Bonadío en la causa por los asesinatos cometidos por las fuerzas represivas en dichas jornadas.
Asistimos en los últimos días a un escenario similar al de aquellas jornadas del 2001 en las que cayera asesinado el compañero: multitudes de trabajadorxs copan las calles para hacerle frente a un gobierno que genera medidas cada vez más perjudiciales para lxs que menos tienen, a lo que los de arriba responden reprimiendo con violencia, buscando acallar al pueblo. El gobierno de Macri ha logrado aplicar mediante ley la reforma previsional, que implica lisa y llanamente un saqueo al conjunto de la clase trabajadora. Pero tuvo que enfrentarse a un repudio masivo del pueblo: miles de trabajadorxs se movilizaron al Congreso el 14 y 18, días en los que los diputados discutieron dicha reforma, para defender sus derechos. El gobierno intentó acallar la voz del pueblo descargando una feroz y brutal represión contra lxs manifestantes que se movilizaron. Todo ese despliegue de fuerzas represivas que se hizo durante ambas movilizaciones al Congreso no fue suficiente para amedrentar la expresión de la rabia del pueblo transformada en lucha.
Así como en aquel diciembre de 2001, el estado descarga la violencia contra el pueblo organizado, pero la respuesta del pueblo es cada vez más masiva y contundente. Ante escenarios como estos, hoy más que nunca, resulta imprescindible multiplicar el ejemplo de luchadores como Carlos, compañerxs que cayeron defendiendo la dignidad del pueblo, alzando la mirada sin dejarse amedrentar por el embiste de los represores, y transformando la rabia en organización y lucha.
Recordemos hoy a nuestro compañero Carlos “Petete” Almirón y a todxs lxs compañerxs asesinados por las balas que el estado disparó contra el pueblo organizado, inundando las calles para manifestar el repudio a las medidas saqueadoras del gobierno de Macri y Cambiemos, y continuemos su ejemplo de lucha generando organización popular para resistir la violencia a la que nos somete día a día este sistema de desigualdades.
Por eso, hoy volvemos a gritar:
CARLOS PETETE ALMIRÓN
¡¡PRESENTE!!
39 COMPAÑERXS ASESINADXS el 19 y 20 DE DICIEMBRE DE 2001
¡¡PRESENTES!!
AHORA Y SIEMPRE