El 6 de febrero de 2018, Fabián Exequiel Enrique fue fusilado por el policía bonaerense del Grupo Halcón, Braian Darío Montes, en Villa Eucaliptus, una barriada del partido bonaerense de Quilmes. Cinco días antes el presidente Macri recibía en la Casa Rosada a Luis Chocobar.
Fabián era un pibe de 17 años que vivía con su familia; mamá, papá, hermanos y sobrinos en un barrio humilde. Ahí, lxs pibxs viven la crudeza de la pobreza, cuesta mucho llenar la olla para todxs y es donde el estado descarga con mayor fuerza la represión, siempre llevada adelante por los verdugos de chapa y uniforme.
En estos días se cumple un año desde que Montes decidió aplicar la pena de muerte a Fabián, con tres disparos por la espalda. El asesino conocía bien, como toda la institución policial, los mecanismos de encubrimiento para perpetuar el gatillo fácil. Rápidamente armó un relato de un intento de robo y un feroz enfrentamiento, en complicidad con sus superiores, los medios comunicación y el aparato judicial. El mismo día, la ministra Bullrich manifestaba que “la policía no es culpable en un enfrentamiento”, en un marco político donde el gobierno legalizaba el gatillo fácil con la doctrina Chocobar.
Pero los padres de Fabián, Moni y Claudio, salieron a las calles con la bronca y el dolor que a las pocas semanas empezaron a organizar en CORREPI. Tras la denuncia pública, los cortes, volanteadas y actividades para denunciar el fusilamiento, logramos que el asesino fuera preso.
Pero a medida que el gobierno avanza en su promoción del gatillo fácil, se profundiza también la colonización del poder judicial. A pesar de enfrentar una pena que puede llegar a la prisión perpetua, hace cuatro meses la Cámara de Apelaciones de Quilmes decidió mandarlo a su casa, con tobillera electrónica. Lo justificaron diciendo que “oportunamente, se presentó espontáneamente ante la justicia”. El policía se fue después de matar a Fabián, y recién al día siguiente se presentó en la Comisaría 3ª de Quilmes, cariñosamente acompañado por su jefe. Así entiende el poder judicial la “oportunidad” y la “espontaneidad”.
Fabián, Damián, Kevin, Carlos, Gabriel, son algunos de los miles de nombres del resultado de la política represiva del estado, que nos arrebata la vida de un pibe cada 22 horas, legalizando la pena de muerte en las barriadas populares a nuestros jóvenes a través del gatillo fácil.
A un año del asesinato de Fabián, seguimos y seguiremos en la calle organizados para denunciar y exigir justicia por nuestros pibes, por los que no están y por los que quedan.
Vamos a seguir gritando y denunciando al asesino Brian Damián Montes y al estado represor.
Vamos a seguir peleando hasta poner tras las rejas y sentar en el banquillo de los acusados al asesino de Fabián en nombre de todos los pibes asesinados.
Fabián Enrique ¡PRESENTE!
NO A LA DOCTRINA CHOCOBAR
FUERA BULLRICH
Fabián Enrique ¡Presente!
Lectura: 3 min.