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Ariel Santos fue fusilado el 22 de diciembre de 2016 por la policía de la ciudad Carla Céspedes.

A pesar de que hay videos que muestran claramente que es un caso de gatillo fácil, que Ariel estaba desarmado y que Céspedes lo asesinó con 3 disparos por la espalda, en noviembre de 2018, el TOC N° 14 absolvió en juicio oral por mayoría de votos a Céspedes.

Ariel fue asesinado, cuando intentaba poner en marcha su moto para huir después de un frustrado robo en un supermercado chino. En lugar de ser juzgado y condenado por una tentativa de robo, la mujer policía le aplicó la pena de muerte sumaria y extrajudicial.

Conducta criminal que no sólo logró la absolución, sino que Bullrich, ministra de Seguridad de aquel momento, felicitó el fallo, y luego la reincorporó, como “ejemplo” para la fuerza, a través del programa Restituir. Es decir que para el estado asesinar por la espalda es sinónimo de ser buen policía. Tal es así que hoy Carla Céspedes sigue cumpliendo funciones.

En Argentina una persona es asesinada cada 20 horas en manos de las fuerzas represivas. La policía de la ciudad, a la que pertenece Céspedes, desde su creación el 1° de enero de 2017, lleva más de 90 fusilamientos por gatillo fácil. Ariel es uno de ellos. Por eso gritamos hoy bien fuerte y con el puño en alto:

7.587 pibes y pibas que murieron en manos de la represión estatal desde diciembre de 1983, ¡PRESENTES!

¡Basta de represión!

¡No al gatillo fácil!

¡Justicia por todos los pibes y asesinadxs por el Estado!

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