A un mes del travesticidio de Mélody Barrera en Mendoza, desde CORREPI seguimos exigiendo justicia. Denunciamos la responsabilidad del estado y la violencia policial. ¡BASTA DE TRAVESTICIDIOS Y TRANSFEMICIDIOS!
Para las compañeras trans travestis, el hostigamiento y las detenciones arbitrarias son moneda corriente. Constantemente son sometidxs a la desidia de una justicia heterocispatriarcal y trans odiante y a la ausencia de políticas públicas de estado que garanticen derechos mínimos al trabajo, la salud y la vivienda. Todas estas violencias estructurales ejercidas sobre el colectivo travesti trans hacen que las compañeras sigan teniendo una expectativa de vida no mayor a los 35 años. Por eso, desde CORREPI denunciamos este crimen de odio hacia la identidad y la expresión de género, ejercido además por las fuerzas de seguridad.
Mientras los medios hegemónicos se encargaron de ensuciar a Mélody fraguando un ajuste de cuentas, no cabe duda que las balas que disparó Darío Jesús Cháves Rubio, miembro activo de la policía de Mendoza, son las balas de un estado trans odiante bajo la impunidad de una justicia patriarcal que sigue parada desde la heterocisnormatividad. Cuando la violencia represiva estatal se cruza con la violencia machista y patriarcal, el ajuste de cuentas es el del estado, que con sus códigos de faltas sigue persiguiendo y hostigando a las compañeras bajo una matriz de absoluta intolerancia y violencia. La persecusión, control social y la policialización de los espacios que habitan las compañeras travesti trans es una constante.
Este oficial de policía de Suárez y Levrino se encuentra imputado por “homicidio agravado por el odio a la expresión de género en concurso ideal con homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego” con otras imputaciones por la violación de la cuarentena, en la causa que lleva la fiscal Andrea Lazo. La inmediata movilización de colectivos travesti trans, organizaciones de derechos humanos y sociales, su familia y sus propias compañeras, ha hecho que el nombre de Mélody no deje de resonar cada día desde aquel 29 de agosto en este pedido de justicia y que la causa sea caratulada como “travesticidio”.
Las fuerzas de seguridad son responsables del 20% de los femicidios, travesticidios y transfemicidios. Por eso, desde CORREPI seguimos denunciando que el travesticidio de Mélody no es un caso aislado. No queremos que la impunidad de siempre gane la pulseada que se llevó la vida de otra compañera más.