El 28 de marzo de 2012, Matías Lobos, un pibe de 17 años del barrio Los Naranjos, fue fusilado por el subteniente de la policía bonaerense Roberto Julio Páncere en el predio del Hospital de General Rodríguez.
Desde ese momento, policías, jueces y fiscales quisieron armar una escena de enfrentamiento para garantizar la impunidad del asesino y negar la única realidad: Matías fue víctima de un fusilamiento, otro pibe asesinado a través del gatillo fácil.
Después de cuatro años de lucha organizada, en abril de 2016 le arrebatamos una condena a perpetua al Tribunal N°4 de Mercedes. Desde ese día, Páncere la cumple en una cárcel del servicio penitenciario bonaerense.
Recientemente la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires rechazó otro recurso de la defensa de Páncere. Nosotrxs siempre atentxs a los movimientos judiciales, sabemos que la lucha organizada es la mejor sentencia que pueden tener los asesinos de uniforme.