En la ciudad de San Rafael, provincia de Mendoza, la policía golpeó y sacó de los pelos a un niño de 11 años que jugaba con una pistola de juguete, quien asustado por la persecución corrió a refugiarse a la casa de un vecino.
Cuando la mamá pudo llegar al lugar, rompió el juguete para que vieran que era sólo eso, un juguete, pero la policía decidió llevarlo detenido y dejarlo en la comisaría del menor por más de cinco horas. Antes de retirarse, arremetieron contra quienes estaban allí con balas de goma, hiriendo a un niño de cuatro años que terminó hospitalizado. La víctima de los disparos resultó ser el hermano del “detenido”.
Luego, pidieron disculpas por “la equivocación” y el fiscal sugirió no hacer la denuncia, “no conviene”.
En Tolosa, ciudad de La Plata, la policía arrestó a un chico de 17 años, a quien golpeó y torturó durante horas en la comisaría 6ta.
Luego fue llevado al centro de encierro Almafuerte.
Lxs chicxs jóvenes y pobres siguen siendo el blanco de la represión estatal. Esa es la causa de que Facundo aun hoy este desaparecido.
No es un policía, es toda la institución.
Basta de represión
Basta de torturas
Aparición con vida de Facundo
