Se cumplen 12 años del asesinato de Luis Alberto Bolaño, el hermano de quien después sería nuestra compañera Patricia.
A Luis lo asesinó Juan Pablo Rodriguez, un vigilador privado de la empresa “Clave Seguridad S.R.L.”, contratada por el municipio del entonces intendente Jesús Cariglino. Rodriguez mató a Luis de cinco tiros, cuando iba a asistir a un campeonato de fútbol y cruzó un predio municipal cerca de su casa.
Después de dos años de lucha, la “justicia” benefició al asesino tomando como argumento que Luis habría sido confundido con un ladrón, a pesar de que las pericias demostraron que por las condiciones físicas de Luis, discapacitado psicomotriz, la versión de Rodriguez era totalmente inverosímil. A pesar de esto, la sentencia, en 2011 (dos años después) resultó ser una condena de dos años y medio en suspenso, con lo que el asesino sigue libre. Al mismo tiempo, la familia Bolaño recibió amenazas para que desistieran en su pelea por justicia.
Casos como éste son el resultado de una situación que se repite una y otra vez en las barriadas más humildes a lo largo y ancho de nuestro país y que nos dejan un pibx muerto cada 20 horas.
Las fuerzas de “seguridad”, tanto oficiales como tercerizadas, siguen gozando de la impunidad de un poder judicial que los protege que garantiza la impunidad, respaldadas en una legislación que permite que los asesinos tengan el beneficio del uso del arma para matar en cualquier momento y circunstancia y luego la defensa oficial.
Hoy más que nunca, seguimos organizadxs y luchando contra el gatillo fácil y todas las formas de violencia policial e institucional.
Y por eso exigimos:
- Derogación de las facultades de las fuerzas para hacer detenciones arbitrarias
- Prohibición de la portación y uso del arma reglamentaria fuera de servicio
- Prohibición de dar defensa institucional a miembros de las FFSS en causas penales
- Acceso gratuito al sistema judicial para víctimas y fliares. de víctimas de la represión
- Castigo real y efectivo a todos los responsables de hechos represivos