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El 7 de noviembre de 2014, el prefecto Raúl Bonifacio Guerrero fusiló a Víctor Ávila y a Christian Núñez en la esquina de Granaderos y Fray Luis de León, barrio Alem (Cuartel V-Moreno).

Con siete años de lucha organizada sobre nuestras espaldas, este aniversario nos encuentra en las vísperas de una nueva batalla judicial. En pocos meses, precisamente el 25 de febrero de 2022, inicia el juicio contra el prefecto asesino en los tribunales de Mercedes.

Un verdugo que gozó de los beneficios de la impunidad, que no pasó un sólo dia preso y ademas contó con el patrocinio institucional provisto por la misma prefectura naval.

En todo este tiempo, hemos aprendido con dureza varias lecciones: que la “justicia” nunca es justa con lxs pobres; que el estado defiende a los verdugos del pueblo con abogados que también se ponen la gorra y que los medios de comunicación disparan de nuevo contra la memoria de nuestrxs seres queridxs para erosionar nuestra voluntad.

En todo este tiempo, aprendimos con dolor que si no nos sobreponemos con fuerza y grito colectivo, la depresión nos lleva puestxs.

Y que si caemos nosotrxs, ganan nuestros enemigos de clase: el estado, sus instituciones y sus perros guardianes.

Siete años fueron suficientes para comprender como el gatillo fácil es un crimen de estado y cada pelea que hemos dado para avanzar en el terreno judicial (cada testigo que logramos convocar para dar testimonio, cada peso recaudado autogestivamente para hacer los trámites necesarios, cada volante repartido para difundir nuestra causa, cada presencia en infinidad de movilizaciones) no podría haberse librado sin una decisión fundamental: la de secarnos las lágrimas y organizar la bronca para después salir a luchar.

Estos siete años de lucha nos enseñaron que con la perseverancia de lxs que no claudican, podemos derrotar al olvido y la impunidad.

No sin obstáculos, errores o momentos de flaqueza, porque somos humanxs. Pero con el changui de que el proceso de organizarnos nos da la fuerza para potenciar lo colectivo y lo solidario. En ese aprendizaje nuestra batalla encuentra sentido.

Mientras permanezca alto nuestro grito de denuncia y nuestra exigencia de justicia, lxs pibes van a estar presentes.

Mientras sigamos levantando sus fotos en nuestros barrios y espacios de militancia territorial, lxs pibes van a estar presentes.

Mientras construyamos organización popular para enfrentar la represión estatal en cada lugar que sea posible, reafirmamos que lxs pibes van a estar presentes.

Aunque el gesto de memoria activa sea pequeño o grande, aunque luchar a veces sea cuesta arriba, aunque siga siendo difícil seguir adelante sin nuestro ser queridx tenemos que saber algo: esa pequeña fortaleza, voluntad y tenacidad son la garantía de nuestra victoria.

Apostamos a seguir luchando y a construir cada día y en ese transitar nuestra justicia colectiva.

¡Chino y Marote Presentes!

Raúl Bonifacio Guerrero ¡Asesino!

¡Basta de gatillo fácil!

¡No a la defensa estatal de las FF.SS!

¡Castigo efectivo para los responsables de hechos represivos!

Contra la represión ¡Organización y lucha!

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