A sólo 24 horas de la decisión del gobierno nacional de fijar restricciones a la circulación nocturna conforme cada provincia resuelva, ya se viralizaron al menos dos situaciones de violencia y arbitrariedad de las fuerzas de seguridad.
La primera en Santiago del Estero, donde un comisario detuvo e insultó a una nena de 10 años por no llevar barbijo y la segunda en Rosario, donde la policía golpeó a un grupo de chicos que se encontraba en un parque realizando un festejo.
Sabemos que el crecimiento de los contagios de Covid-19 es alarmante, y que la crisis sanitaria acecha. Los esfuerzos por garantizar una rápida vacunación, al menos para la mayor cantidad de los grupos de riesgo, posiblemente no llegue a frenar esta oleada si los cuidados no se extreman.
Pero también es evidente que el gobierno, además de no frenar la actividad económica, lo que es entendible para afrontar la crisis, no toma otras medidas que sí son esenciales para la población, centralmente para quienes más lo necesitan.
Por ejemplo, como venimos señalando, y es parte de la agenda pública, la necesidad de sostener la ayuda económica a través de asignaciones y subsidios garantizados por un impuesto permanente de quienes vienen amasando fortunas.
Por otro lado, tampoco enfrenta a las cámaras empresariales para asegurar mayores cuidados sanitarios para sus trabajadores. Un sector importante de contagios, sobre todo en la primera etapa, se produjeron en los lugares de trabajo y sigue ocurriendo.
Por último, tampoco se ha puesto un freno a los medios hegemónicos de comunicación que batallan contra la salud pública, y sin ningún reparo siguen incitando a no vacunarse, a salir, a no cuidarse.
Centralmente, destacamos que, de nuevo, se pone en el centro de la acción a las policías y demás fuerzas represivas para garantizar las medidas sanitarias, esas mismas fuerzas que siguen cobrándose más de una vida por día.
Por eso, como al inicio de la pandemia, rechazamos la ampliación de facultades a las fuerzas de seguridad y apostamos a la organización colectiva para cuidarnos del virus y de la represión.
¡Las necesidades del pueblo son esenciales, la represión NO!
Sigamonos cuidando del virus y de la represión.