A Sergio (17 años) lo torturaron en la comisaría 1era de Morón el 6 de agosto 1992. Allí, murió de dolor.
Los policías asesinos fueron condenados gracias a la lucha de la familia y CORREPI. Pero la impunidad judicial y de la misma policía hace que ninguno de ellos hoy este preso (http://www.correpi.org/2021/los-torturadores-de-sergio-duran-condenados-a-perpetua-pero-libre/)
El caso Durán, fue uno de los primeros casos en el que se pudo probar que en las comisarías se sigue torturando. Hoy, estar en una comisaría o calabozo, es la primera causal de muerte a manos del estado.
Por eso exigimos medidas como la prohibición de las facultades de las fuerzas para detener arbitrariamente.
Y cárcel efectiva a los responsables de represión.