A casi tres semanas de la asunción de Javier Milei a la presidencia de la Nación, y siendo una de las primeras medidas la implementación del protocolo Bullrich, sabemos que la represión y la mano dura serán la forma de garantizar el ajuste al pueblo que tendrá este gobierno.
El protocolo anti “piquete”, que pretende punitivizar la protesta (no el piquete), que llega a límites tales como obligar a pagar el costo del operativo a las organizaciones, fue sólo la antesala de lo que legitima el proyecto de la Ley Ómnibus:el gatillo fácil indiscriminado y la ausencia absoluta de herramientas legales para defendernos frente a un estado antidemocrático.
¿Pretenden amenazar el derecho constitucional a la protesta social, una herramienta esencial de las sociedades democráticas al grito de “¡Viva la libertad carajo!”?
Ante la liberación de genocidas, la criminalización de la protesta y la inminente represión de quienes se supone deberían estar para cuidarnos, hoy más que nunca decimos Ni un paso atrás, y recordamos a las víctimas de la violencia policial y el abuso de poder de las fuerzas armadas en complicidad con estado y la justicia.
Queremos una sociedad que no deshumanice a nuestrxs pibxs, y nuestra tarea será instalar sus historias y sus nombres para que no se mire para otro lado, y para que la derecha no avance Nunca Más.
¡Leo Sotelo, Juan Pablo Kukoc y Nahuel Acosta, presentes!
El 1 de diciembre de 2016 Leo Sotelo paseaba en moto con su amigo Alan por el barrio de Burzaco, cuando el oficial Giuliano Armando Fattori de la policía bonaerense comenzó a perseguirlos y efectuar disparos contra los jóvenes. Nueve disparos en total. Dos impactaron en la espalda de Leo causándole la muerte. Mientras los medios de comunicarme hablaban de un heroico policía que abatió a dos “delincuentes”, el fiscal a cargo de la causa Pablo Rossi dilucidó que no hubo delito el día del asesinato de Leo, sin embargo tildó como “legitima defensa” un claro fusilamiento a sangre fría.
Resulta conocido el título de “heroísmo” a un policía asesino, ¿no?. Incluso nos remonta a una ministra que hoy volvemos a padecer. El 8 de diciembre de 2017 Juan Pablo Kukoc fue asesinado por el policía Luis Chocobar en el barrio porteño de La Boca. También, como parece recurrente, los disparos fueron efectuados cuando el jóven de 18 años se encontraba corriendo de espaldas y desarmado. No contentos con el fusilamiento de Juan Pablo, el gobierno nacional, a cargo de Mauricio Macri y su ministra de seguridad Patricia Bullrich, otorgó reconocimientos e impunidad al policía que mató a Kukoc por la espalda.
Dos años después, el 7 de diciembre de 2019 Nahuel Acosta, un chico de apenas 18 años que vivía en la Villa 21-24 fue asesinado por el policía de la Ciudad Daniel Alejandro Lucero Quiroga, quién efectuó un disparo mortal que impactó en la nuca de Nahuel. Lucero Quiroga, de civil y con su arma reglamentaria, replica la modalidad de la mitad de los casos de Gatillo Fácil en nuestro país. Seguimos a la espera de un juicio justo, dónde un asesinato por la espalda sea condenado por lo que es: un fusilamiento garantizado por un arma que facilita el Estado.
¡Federico Godoy, Franco Orellana y Damián Gómez, presentes!
El 28 de diciembre del 2020, Federico Godoy de 16 años y franco Orellano de 17 años, tomaron un Cabify cuyo conductor era el policía Gastón Lorenzo Cortéz de la comisaría 4D, quien en ese momento se encontraba fuera de servicio al ser su franco laboral. El policía, alegando un supuesto asalto, le disparó en la cabeza a uno de los menores, y a otro por la espalda, quien murió horas después. Si Cortéz no hubiese portado su arma reglamentaria fuera de servicio, Federico y franco hoy estarían con vida y en el caso de ser necesario, juzgados por lo que correspondiera. Se cumplen tres años desde que nos faltan injustamente Franco y Federico.
El 28 de diciembre también se cumplen tres años del fusilamiento de Damián Gómez de 16 años de edad, quien en el año 2018 fue asesinado por el sargento de la policía federal Hernán Marcelo Salvatore. El policía se encontraba de civil cuando disparó trece veces con su arma reglamentaria, cerca del barrio de Ciudad Oculta. Los policías involucrados se negaron a darle la asistencia médica inmediata que requería y tras un tiempo considerable lo trasladaron en un patrullero sin la debida intervención de una ambulancia.
Hoy en día Hernán Marcelo Salvatore se encuentra en libertad y ninguno de los policías involucrados fue llevado ante la justicia. Queda evidenciada y avalada la pena de muerte a punta de reglamentaria contra, incluso, un menor de edad.
¡Ariel Santos y Sonia Colman, presentes!
Patricia Bullrich, quien fuera Ministra de Seguridad durante el gobierno del PRO – como también lo es hoy, pero para la gestión de LLA- reivindicó a varios miembros de las fuerzas represivas. Uno de ellos fue Carla Céspedes, policía de la Ciudad, quien asesinó a Ariel Santos en 2016 luego de que intentara huir de un robo frustrado a un supermercado. Ariel con las manos en el manubrio de la moto recibe el primer tiro por la espalda, como sucedió, y tristemente sucede en muchos de los casos que registramos en nuestro Archivo. Ariel cae de la moto y levanta una de sus manos para pedirle que pare, pero a ella no le pareció suficiente -disparó 5 veces- tres de ellos impactaron en su tórax, abdomen y muñeca. Carla Céspedes mató a Ariel Santos, lo sabemos nosotrxs, lo saben las cámaras que registraron todo. Seguimos exigiendo justicia al Poder Judicial.
También diciembre fue testigo de otro caso de gatillo fácil, pero en 2007, en Del Viso. Podríamos decirle pistolero al asesino, teniente de la policía bonaerense Oscar Benitez, pero disparó con una escopeta. ¿Sabés a qué le disparaba en pleno mediodía? A un auto en el que huían dos personas desarmadas que robaron una billetera con menos de $80. ¿Sabés cuántas veces disparó? 9. De esos 9 tiros, 4 dieron en un vehículo, otros 4 al voleo que impactaron en carteles y paradas de colectivos. El tiro que falta, es el que atravesó el corazón de Sonia Colman, que estaba trabajando de vendedora ambulante en la vía pública. En 2011 logramos la condena de Benitez, 8 años y medio de prisión.
¡Carlos “Petete” Almirón, presente!
El 20 de diciembre de 2001, nuestro compañero Carlos “Petete” Almirón, como miles de argentinxs, salió a la calle a luchar porque no se podía parar la olla, porque la desocupación era insostenible y la crisis económico, político y social estaba aniquilando al pueblo. El compa estaba encabezando una columna de manifestantes que intentaban volver a la plaza por Avenida de Mayo, cuando lo alcanzó la bala disparada por Ernesto Sergio Weber, de la PFA. ¿Sabés quién es el padre del asesino? Ernesto Frimón Weber, comisario bonaerense destacado a la ESMA durante la dictadura para enseñar a los marinos a usar “bien” la picana, y miembro del grupo de tareas que asesinó a Rodolfo Walsh. La corporación policial al servicio de la pena de muerte de hecho, hoy y siempre.
¡Luciano Olivera, presente!
Luciano Olivera era un joven de 16 años que jugaba en la sexta división del Club Once Unidos. Vivía con su mamá y su hermana Valentina en Miramar. Aunque es una ciudad que se jacta de ser la “ciudad de los niños”, la realidad es que ha albergado a los asesinos de Natalia Melmann (15) durante años, y ahora también a los asesinos de Luciano.
En la madrugada del viernes 10 de diciembre de 2021, Luciano regresaba a su casa en moto después de jugar al fútbol con sus amigos en el Anfiteatro Lolita Torres. En ese momento, fue víctima de un desmesurado despliegue policial y persecución, que terminó con el policía bonaerense Maximiliano González fusilando.Cuando la familia llegó al lugar de los hechos, fueron reprimidos. Incluso intentaron esposar a Judit, la madre de Luciano, por pedir explicaciones sobre lo sucedido con su hijo. Hasta el día de hoy, aún se espera una fecha para el juicio contra los cinco policías acusados por este crimen. Los acusados son: Maximiliano González, acusado de homicidio triplemente agravado; Nelson Albornoz, acusado de incumplimiento de deberes de funcionario público, encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio; Kevin Guerricagoitía y Rocío Mastrángelo, acusados de encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio; y Alejandro Cepeda, acusado de encubrimiento doblemente agravado. Hasta el momento, solo los dos primeros acusados se encuentran detenidos esperando el juicio.
¡Eduardo Ramón Ocampo, presente!
El 7 de diciembre de 2021, Eduardo Ramón Ocampo fue fusilado por la espalda por el oficial de la Policía de la Ciudad, Juan Federico López. Junto con otro pibe, intentó sustraer las pertenencias de López y su novia, pero no lo logró. Eduardo no estaba armado y emprendía la huída cuando el oficial disparó. Como tantos pibes, no presentaba un peligro real para un policía que, además de la supuesta instrucción que reciben en sus años de formación, estaba legalmente armado con la reglamentaria, y con la total seguridad de que el estado lo ampara para actuar de manera irregular. Sabemos que hoy, justamente hoy, es indispensable seguir insistiendo en que una tentativa de robo no vale la vida de un pibe. Nunca, y en ningún contexto.
¡Tomás Muñoz y Nahuel Bagnato, presentes!
En Ciudad Evita, el 12 de diciembre de 2022, el policía federal Gustavo Hernán Orona, mató a dos pibes de 24 y 19 años: Nahuel Bagnato y Tomás Muñoz. Como en el caso de Eduardo Ocampo, los pibes tuvieron una tentativa de robo que no resultó. Eran tres pibes, y Orona mató a dos, que sólo portaban un arma de juguete. Y una vez más, el modus operandi de siempre:los pibes corrían de espaldas, huyendo, y recibieron los disparos de la reglamentaria que los mató.
¡Agustín Cruz, presente!
Agustín Cruz tenía 17 años cuando fue fusilado el 29 de diciembre de 2018. Esa noche junto a un amigo andaban en moto por Monte Grande, cuando dos balazos del policía Matías Ezequiel Rodríguez lo sorprendieron por la espalda. Falleció horas después en el hospital Santa María.
Sin testigos, y por una supuesta tentativa de robo Agustín fue víctima del gatillo fácil por parte de las políticas represivas del Estado, que son cada día más recurrentes y más perturbadoras en los barrios más humildes.
Su familia no sólo afrontó esta terrible pérdida, sino que un mes después su hermanito, Facundo, de 13 años se suicidó por el dolor y la tristeza del asesinato de su hermano.
Por ello, desde hace 5 años, su mamá, su papá y seres queridos, y CORREPI exigen justicia!
Por todxs ellxs, desde CORREPI, exigimos de forma inmediata: ¡PROHIBICIÓN A TODAS LAS FUERZAS DE SEGURIDAD LA PORTACIÓN Y USO DEL ARMA REGLAMENTARIA FUERA DEL SERVICIO Y DE CIVIL! ¡CONDENA EFECTIVA A TODOS LOS RESPONSABLES DE GATILLO FÁCIL!
¡ABAJO EL PROTOCOLO ANTI PROTESTA DE BULLRICH Y EL DNU Y LA LEY ÓMNIBUS IMPULSADAS POR JAVIER MILEI!
¡LEO SOTELO, JUAN PABLO KUKOC, NAHUEL ACOSTA, FEDERICO GODOY, FRANCO ORELLANO, DAMIAN GOMEZ, CARLOS “PETETE” ALMIRON, ARIEL SANTOS, SONIA COLMAN, LUCIANO OLIVERA, EDUARDO OCAMPO, TOMÁS MUÑOZ, NAHUEL BAGNATO Y AGUSTÍN CRUZ PRESENTES!