Otra vez nuestrxs pibxs y jubilados son el tablero donde los políticos deciden armar sus campañas con miedo y hambre. Entre los “manos dura” y fachos ya consolidados, se define el futuro de nuestrxs jóvenes y su libertad. Hay mil y una razones por las cuales sabemos que el intento de bajar la edad de imputabilidad es un disparate que solo cierra en un plan político de ajuste y represión, hoy te damos algunos de los nombres por los cuales estos proyectos de reformas penales solo atentan contra nuestro presente y futuro; lxs pibxs:
– Sergio Durán: a Sergio, de 17 años, lo torturaron en la comisaría 1ra de Morón. Ese 6 de agosto de 1992, en esa comisaría, Sergio murió por los golpes que le proporcionaron los policías. Durante años, CORREPI y la familia Durán lucharon para condenar a los asesinos de Sergio, quienes serían condenados unos años después en 1995. Sin embargo, la impunidad y la complicidad policial y judicial, hace que, a día de hoy, los cinco culpables de la muerte del joven Durán, condenados a cadena perpetua, se encuentren prófugos o en libertad.
– Maxi Miño: El 18 de agosto de 2002, Maximiliano Oscar Miño de 21 años entró a un supermercado de la empresa DIA en la localidad de Tropezón. A los pocos minutos, acusado por el personal de seguridad del comercio de haber intentado robar dinero de la caja, fue detenido y conducido a la comisaría 1ª de San Martín. En la primera consulta, apenas ingresó a la comisaría, el fiscal de turno ordenó su soltura, previo identificarlo y hacerlo ver por un médico. Los policías, no solo no liberaron a Maxi, sino que horas màs tarde lo encontraron ahorcado en una celda. Cómo siempre, intentaron instalar la idea de un suicidio, lo cual fue descartado porque Maxi seguía esposado cuando lo encontraron muerto. Si bien logramos acreditar la responsabilidad estatal por el asesinato de Maxi, nunca pudimos identificar al autor material y la causa fue cerrada sin imputados.
– Hernán Ibiris: En la madrugada del 21 de agosto de 2009, Hernán se encontraba durmiendo con Fernanda Verón, su compañera. Los despertó Omar Brítez, ex pareja de Fernanda y padre de su hijo de 13 años, gritando “te dije que esto iba a pasar” y disparando. Hernán se abalanzó sobre Fernanda y la protegió de los 13 disparos que efectuó Brítez, aunque 5 de ellos alcanzaron a impactar en ella. Mientras el teniente de la bonaerense se fue tranquilamente, Hernán llegó a salir al patio de la casa a pedir ayuda, aunque no bastó para salvar su vida. No es menor remarcar que Fernanda había realizado numerosas denuncias contra el uniformado, quien el día anterior a irrumpir en la casa a los disparos y asesinar a Hernán, había sido citado a una entrevista de “orientación psicológica” en la que sus evaluadores lo destacaron como “amable y conciliador”. Por más que la justicia intentó encontrar excusas ridículas, preguntando si hubo infidelidad de parte de Fernanda que hayan “provocado los celos de Brítez”, el asesino uniformado fue condenado a 20 años de prisión.
– Javier Zambrana: el 31 de agosto de 2014, Javier salió junto a su primo rumbo a Pilar en moto. En un presunto intento de robo, el policía bonaerense Feliz Espíndola, quien tuvo el tiempo de alejarse de los jóvenes y resguardarse en un árbol, donde ya no corría ningún peligro, decidió disparar contra Javier, asesinándolo en el acto por una bala que impactó en su cabeza. Tenía apenas 19 años.
– Melody Barrera: una joven trans de 27 años que fue asesinada el 29 de agosto de 2020 por el policía Darío Jesús Chávez Rubio, en la intersección de calles Gobernador Videla y Correa Saá de Guaymallén, Mendoza. Esa madrugada, el policía se encontraba fuera de servicio cuando decidió con total impunidad, con su arma reglamentaria, realizar seis disparos contra el cuerpo de Melody. Posterior al hecho, el asesino se fue a su casa y continuó con su vida normal hasta el 17 de septiembre, momento en el que fue detenido. Después de dos años de búsqueda de pruebas y de una lucha incansable, en septiembre de 2022 comenzó el juicio por jurado popular en el Polo Judicial Penal. Al finalizar los alegatos, el jurado deliberó por unas horas para luego dar el veredicto de culpabilidad por el homicidio agravado por expresión al odio de género, por la conducta de sujeto activo porque es policía, porque utilizó un arma de fuego, por ensañamiento y por alevosía. Cinco agravantes de la muerte de Melody que culminó con la sentencia de prisión perpetua para Darío Chávez Rubio.
– Yair Ayala: cuando se encontraba en una fiesta con sus amigos el día 30 de agosto de 2021, luego de ganar un torneo con su equipo de fútbol, el oficial de la Policía de la Ciudad Camilo Farías fue echado de la casa por orinar en una habitación. Farías fue hasta su casa, buscó su arma reglamentaria y volvió a la fiesta para comenzar a disparar hacia el interior del hogar. Yair, quien estaba agachado picando hielo junto a sus amigos, recibió el impacto de los disparos del oficial. En abril de este año, Farías fue llevado a juicio por herir a tres chicos y asesinar a Yair, en el que el Tribunal Oral Nro. 7 de Lomas de Zamora lo condenó a 18 años de presión.
– Gabriel Heredia: con tan solo 19 años, Gabriel volvía de trabajar cuando vio que en la Plaza Roche, frente a la estación de Morón, la policía estaba deteniendo bruscamente a unos jóvenes. Gabi comenzó a filmar los hechos para enviárselo a su pareja, cuando la policía lo increpa y lo lleva detenido sin ningún motivo. Fue trasladado a la comisaría 1ra de Morón (si, donde torturaron y mataron a Sergio Durán) donde sería brutalmente torturado y amenazado por sus agresores uniformados. Unas semanas después, precisamente el 5 de agosto de 2022, Gabriel decidió quitarse la vida por no aguantar más los traumas, las amenazas y el hostigamiento de la policía. Para la justicia, la muerte de Gabi no fue producto de la brutalidad represiva de la policía de Morón. Desde CORREPI, seguiremos afirmando que Gabriel es una victima más de la represión estatal.
– Ignacio Sallago: El domingo 20 de agosto, el atleta José Ignacio Sallago (33) se encontraba conduciendo su motocicleta, la cual utilizaba para trabajar. Durante su recorrido, comenzó a ser perseguido por un patrullero. Un oficial de la Comisaría Segunda le cruzó otro móvil en el camino, lo que, por la velocidad, provocó la muerte inmediata de Sallago. Este incidente tuvo lugar en la intersección de las avenidas Independencia y Juan José Paso, en pleno centro de Mar del Plata.
BASTA DE GATILLO FÁCIL
BASTA DE DETENCIONES ARBITRARIAS
JUSTICIA POR TODXS LXS PIBXS QUE NOS ARREBATÓ LA POLICÍA