Yamil Alexis Malizia ¡Presente!

El martes 7 de noviembre, en la ciudad cordobesa de Río Tercero, Yamil regresaba de un partido de fútbol. Iba en su moto a un kiosco para compartir una gaseosa con sus amigos, cuando al menos cuatro patrulleros de la policía de Córdoba iniciaron un intenso hostigamiento y una persecución que terminó al acorralarlo contra un auto estacionado en la calle Acuña al 787. Yamil peleó por su vida durante seis días. Falleció el 13 de noviembre, producto de las lesiones que le causó el choque.
En la provincia de Córdoba, como en todo el país, el discurso de la inseguridad sirve como herramienta para justificar innumerables controles y detenciones arbitrarias contra quienes utilizan la moto como medio de transporte. Esta práctica es utilizada para aumentar la “caja chica” cobrando coimas, pero sobre todo para garantizar el control social, reglamentando quiénes pueden circular y quiénes tienen prohibido el acceso a determinadas zonas de las ciudades y pueblos.
Yamil, a sus cortos 16 años, ya entendía esto. Desde pequeño sufría un constante hostigamiento por parte de la policía que, sin mediar excusas, lo perseguía por las calles de Colonia Almada, el pueblo donde vivía con su padre y abuela.
A pesar de que hay testigos que presenciaron la persecución y afirman que a Yamil lo golpearon también después de haber chocado contra el auto, la causa sigue caratulada como “accidente de tránsito”. Claudio, el padre de Yamil, lleva casi tres meses denunciando que su hijo fue víctima de un asesinato en manos de la policía y que en Río Tercero son muchos los jóvenes perseguidos, golpeados y torturados en móviles y dependencias de la policía.
Nuestro Informe de la Situación Represiva Nacional muestra que la mitad de las muertes en manos de las fuerzas represivas son jóvenes menores de 25 años, la mayoría en el rango de 15 a 25 años. Esto da cuenta de una sistematicidad en el exterminio de la juventud a manos de las fuerzas represivas.
Porque la única salida está en organizar la bronca y colectivizar los reclamos gritamos: ¡No queremos más pibxs asesinadxs por la policía! ¡Basta de ajuste y represión!