Hoy, 28 de mayo de 2019, nos volvemos a encontrar en las calles por la 8va presentación del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Tras años de lucha, nos encontramos fuertes y en unidad. Seguimos en pie, a pesar de que el 8 de agosto de 2018, la cámara del senado resolvió su decisión con política antiderechos. En consecuencia, permitieron que sigan muriendo en la clandestinidad personas gestantes, y que niñas abusadas sexualmente, mueran, a la vista de todo el país, por la obligación de gestar. Así queda en evidencia, una vez más, la responsabilidad estatal. En esa jornada, quedó explícito que los votos negativos no son representativos. Que afuera del Congreso toda una multitud de millones de personas, de todas las edades y de distintos puntos del país, se movilizó aún bajo la lluvia, para expresar su apoyo por la aprobación de la ley.
Entendemos y reivindicamos la importancia de la despenalización del aborto y de eliminarlo como figura de delito en el Código Penal, para que no siga siendo un instrumento de criminalización para las personas que lo practican y acompañan. Incluso, sería progresivo para tener herramientas de defensa frente a las amenazas y estigmatización. En Santa Fé, por ejemplo, han aparecido imágenes alusivas a la última dictadura militar, colgadas en las puertas de casas y locales de quienes luchan por el derecho a decidir.
Pero esto no resuelve el problema de fondo: en Argentina, más de 3.000 personas con capacidad de gestar mueren por abortos clandestinos mal practicados. Y quienes tienen menos recursos, llegan a este final terrible por la falta de políticas públicas que garanticen un abordaje profundo de la problemática.
Por eso, es fundamental que se apruebe la legalización tal cual se encuentra en el proyecto. Para que se adecúe una parte del sistema de salud y educación para ser aplicado a nivel nacional. Para que se destine presupuesto y se puedan efectuar las interrupciones voluntarias de embarazo bajo los métodos elegidos por lxs abortantes, con el tratamiento previo y posterior completo e integral. Para que sea accesible la interrupción del embarazo en la cobertura pública o privada de la salud, incluyendo obras sociales y el programa médico obligatorio (PMO).
En el marco de un año electoral, tampoco vamos a tolerar discursos tibios. Ni la reconciliación de los pañuelos verdes con los celestes, ni campañas políticas que hacen de marketing publicitario para su caudal de votos. Porque sabemos que son lxs mismos que después amedrentan nuestros derechos aplicando más ajuste. Un ajuste que, como venimos denunciando, aumentan la desocupación y precarización laboral, e incrementan la represión. Repudiamos los dichos de Alberto Fernández quien expresó que “no hay necesidad de avanzar tan rápidamente en la legalización del aborto”. Por el contrario, la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo es la única opción en contraposición a la cárcel o la muerte.
Pasaron 12 años desde la primera presentación en el Congreso, pero la lucha sigue en las calles de nuestro país y en el mundo. Por eso, este 28 de mayo, seguiremos gritando, bien fuerte