Después de dos jornadas de debate, el lunes pasado se escucharon los alegatos de la querella, la fiscalía y la defensa, y el lunes 28, a las 13:00, el Tribunal Criminal nº 3 de Quilmes dará a conocer el veredicto en el juicio al sargento de la PFA Claudio Kiecak, que fusiló a Carlos Ojeda el 1º de octubre de 2013.
La audiencia del lunes pasado, ante una sala colmada de familiares de víctimas de la represión policial organizadas en CORREPI, comenzó con el alegato de la fiscal María Adela Oricchio. A pesar que el fiscal de instrucción había elevado la causa a juicio con una acusación por homicidio doloso, que prevé penas de 8 a 25 años de prisión, la funcionaria, sin reparar en que está probado que Carlos Ojeda (23) no estaba armado, y recibió los disparos fatales por la espalda, consideró que el policía federal actuó de manera simplemente “imprudente” cuando tiró siete veces contra el joven, que estaba sobre su moto. Así, alegando un “exceso en la legítima defensa”, pidió una pena de tres años de prisión en suspenso y el doble de inhabilitación.
A continuación, en representación de Angélica Mamondo, madre de Carlos, intervinieron nuestras compañeras María del Carmen Verdú y Micaela Corzo, que culminaron su alegato reclamando la pena de prisión perpetua, como corresponde a un homicidio agravado por haber sido cometido por un integrante de una fuerza de seguridad del estado.
Verdú reconstruyó la secuencia de los 11 disparos del policía, de los que siete estuvieron dirigidos directamente a zonas vitales de Carlos, que no lo amenazaba ni representaba peligro alguno para el policía ni para otras personas, pues estaba sobre su moto, con las manos enguantadas sobre el manubrio. Con apoyo en las ubicaciones de las heridas, por atrás, y de las vainas que fueron secuestradas, probó que el federal se desplazó desde el costado hacia la espalda de Carlos, siempre disparando, con inequívoco ánimo homicida, ya que hubo disparos a la cabeza y el tronco.
En el cierre, la compañera Corzo reivindicó su condición de hermana de Rodrigo, fusilado por la policía bonaerense en 2003, y nuestra militancia: “Aunque vivamos en una sociedad en la que los gobernantes reciben a los asesinos en la Casa Rosada, y promueven la nefasta doctrina Chocobar, por la que una billetera o una mochila vale más que la vida de nuestros pibes, nosotrxs los familiares de víctimas del gatillo fácil, seguiremos organizadxs para luchar por nuestros muertos, pero también por los que quedan. Estaremos sentados entre el público como hoy lo están mis compañerxs o aquí mismo, en esta silla que hoy me toca ocupar como familiar y abogada, para demostrar que el gatillo fácil existe y que hoy ustedes tienen la oportunidad de condenar a uno de sus exponentes.“.
La defensa, naturalmente, pidió la absolución del policía, considerando justificado el asesinato.
El lunes 28, a las 13:00, las banderas y pancartas reclamando juicio y castigo a los ejecutores del gatillo fácil volverán a desplegarse en las puertas de los tribunales de Quilmes, Yrigoyen 475. Te esperamos para acompañarnos.
#PerpetuaAlGatilloFácil
#NoDoctrinaChocobar
Contra la represión, ¡unidad, organización y lucha!