En el mes de la primavera, la represión también supo florecer en los barrios mas humildes de nuestro país; Fiorito, Avellaneda y San Martín fueron testigos de injusticia y la impunidad.
25 de septiembre de 2010, el Policía Federal Maximiliano Germán Ledezma, quién en ese momento ejercía la función de custodio presidencial, asesinó a Walter Robles (19) y a Leandro Pérez (18) de cuatro y tres impactos en la espalda respectivamente. Durante el juicio a Ledesma en 2013, y a pesar de los tantos vicinxs que dieron testimonio de lo ocurrido, los jueces decidieron adoptar la versión del oficial y catalogaron como “legitima defensa” el fusilamiento a quemarropa de los jóvenes que corrían en dirección contraria a la ubicación del Federal.
Kevin Ojeda fue asesinado el 23 de septiembre de 2021 por el Policía de la Ciudad Braian Ricardo Zanettin, en Avellaneda. De civil y con su arma reglamentaria, Zanettin disparó contra Kevin a un metro de distancia. Hasta hoy, seguimos aguardando que la justicia impute al oficial de la Policía de Larreta.
El 26 de agosto de 2022, Jonathan Chávez tuvo una pelea en el barrio de la cual salió muy mal herido. Lastimado y desesperado, intentó refugiarse en la casa de una vecina. Ante los gritos por la confusión, acudió un Policía Federal que vivía cerca, quién disparó dos veces contra Jonathan. El 7 de septiembre siguiente, falleció. El oficial Zalazar, quién ejercía como custodio de Olivos, será defendido por el Ministerio de Seguridad de la Nación. El juicio seria, otra vez y para sorpresa de nadie, por una supuesta “legitima defensa”
No queremos nunca más un Jonathan, ni un Kevin, tampoco queremos un Leandro o un Walter. Queremos que nuestrxs pibxs puedan vivir sin el miedo de recibir un disparo asesino auspiciado por un Estado que, no le basta con ausentarse en sus barrios, sino que otorga arma e impunidad para atentar contra ellxs.
PROHIBICIÓN DEL USO DEL ARMA REGLAMENTARIA FUERA DEL HORARIO DE SERVICIO.
JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS DE LA REPRESIÓN.
BASTA DE GATILLO FÁCIL.