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Llevamos diez meses de gobierno de LLA en el que no quedó sector del pueblo trabajador sin atacar: trabajadorxs empresas estatales y privadas, diversos organismos, trabajadorxs de la salud y la educación, todo tipo de políticas públicas.

Ahora transitamos el mayor desfinanciamiento educativo a las universidades públicas de la historia, al que estudiantes, docentes y no docentes están respondiendo con movilización, clases públicas y tomas de los edificios. Acción que el jefe de gabinete, Guillermo Francos, calificó como acciones potencialmente subversivas: “En la década del ’70 también se tomaban universidades. Se tomaban universidades y después se generaba un movimiento que utilizaba la violencia para expresar sus posiciones, se convirtió en guerrilla subversiva y generó después la represión”.

Los grupos de provocadores, rompehuelgas, infiltrados, tienen en nuestro país una larga trayectoria. Incluso llegaron a cumplir un rol paraestatal institucionalizado como la Triple A, precursora de los grupos de tarea de la dictadura del 76.

Esta semana, se viralizaron videos que muestran cómo provocadores libertarios se metieron en la movilización universitaria contra el veto en Congreso y que cuando la gente los identificó ylos echó salieron en su defensa policías disfrazados de transeúntes y repartidores, además del impresentable “voluntario que va a las marchas a dar apoyo a las fuerzas”, según sus propias palabras, que salvó uno de esos provocadores del repudio de la gente.

Ese individuo, Franco, fue el mismo “libertario” que agredió a una periodista que cubrió la votación de Milei en la UTN para las presidenciales.

Ayer, otro grupo de libertarios (“asesores” de una concejal del municipio de Quilmes por LLA) entraron a provocar a la asamblea estudiantil de la UNQUI. Cuando los estudiantes repudiaron su presencia y los expulsaron de la asamblea, salieron tirando gas pimienta (el mismo que usa la policía en los operativos antipiquete del protocolo Bullrich) a todxs lxs presentes: estudiantes, docentes, no docentes.

Pronto circularon las imágenes y rápidamente se pudieron identificar a varios de estos “libertarios” cómo los mismos que fueron a provocar a lxs trabajadorxs de Telam en el inicio del acampe por la defensa de la agencia y luego a lxs trabajadorxs del INADI durante una de las medidas en defensa de los puestos de trabajo.

Los que la memoria colectiva recuerda en clave de Falcón verdes, “cieguitos” con anteojos oscuros y bigotes a lo Videla, hoy lo hacen youtubers e influencers con aspecto de pibes chetos y cancheros que se sienten impunes porque el presidente repostea a sus mensajitos de odio que buscan construir empatía en un sentido común deformado por mentiras e ignorancia.

La historia transcurre y la memoria de la dignidad de un pueblo que defiende sus derechos SIEMPRE, trasciende.

NO PASARÁN

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